giovedì 17 maggio 2012
Hermandad Nacional Monárquica del Maestrazgo
VISITA A MADRID
El pasado 2 de junio, en ocasión de la presencia en Madrid de Bernardo Lozier Almazán, la Hermandad Nacional Monárquica del Maestrazgo le ofreció un almuerzo en su agasajo.
La reunión contó con la presencia de destacadas personalidades de la Hermandad, como lo son: su Presidente y Vicepresidente, don Ramón Forcadell y Prats y el Dr. don José María de Domingo-Arnau y Rovira, respectivamente; don Ricardo Centenera Villena, Vicesecretario General de la Hermandad; don Javier Urcelay, Cronista Oficial de la Hermandad; el Teniente General Martínez Teixidó, su excelencia la Condesa de las Almunias, con su esposo, don Mateo Ruiz Oriol; su Eminencia Reverendísima don Alfonso María Ruiz-Mateos y Jiménez de Tejada, de la Orden Redentorista; doña Carmen Lovelle Alén, ex senadora y alcaldesa de Verin de Orense, Secretaria General de la Agrupación Ruiz-Mateos; don José Manuel Martínez Ruiz; don Pablo Ruiz-Mateos y Rivero, en representación de su padre, su Excelencia don José María Ruiz-Mateos, Marqués de Olivara; doña Lola López Uría y su hijo Manuel; don Ricardo Barrio Moreno; don Ricardo Uribarri; don Juan Trapote Velasco; don Francisco Mejaide; don Isaías Vinaroz; don Paulino Caro; don Pedro Arnau Canalda y Sra. y don Santiago Puente-Villegas y Zaragoza, para nombrar sólo a algunos.
A los postres hizo uso de la palabra don Ramón Forcadell y Prats, Presidente de la Hermandad en el Reino de España, quien destacó con emotivas expresiones los fuertes vínculos que unen a ambas instituciones y la importante actividad que viene desarrollando en la República Argentina la Hermandad Tradicionalista Carlos VII. Seguidamente, Bernardo Lozier Almazán dirigió a los presentes el siguiente mensaje de nuestra Hermandad:
Excmo. Señor Don Ramón Forcadell y Prats, digno e ilustre Presidente de la Hermandad Nacional Monárquica del Maestrazgo.
Señoras, Señores.
Amigos todos, ligados por el fuerte vínculo de la Hispanidad, unidos por la Tradición, los principios monárquicos y la Fe Católica y hermanados bajo el manto de la Hermandad Nacional Monárquica del Maestrazgo, hace tres años tuve el inmenso placer de participar de aquel inolvidable encuentro que tan afectivamente me ofrecieran todos ustedes, ocasión en que anudé fuertes lazos de amistad, como únicamente son los que se fundamentan en la comunión de ideales inspirados en causas justas.
En aquel imborrable encuentro me presentaba ante ustedes con más ilusiones que realidades, si recuerdan que, por aquellos días, un pequeño núcleo de tradicionalistas argentinos habíamos fundado un retoño rioplatense de esta ilustre Hermandad del Maestrazgo.
Hoy, en esta nueva ocasión, puedo alardear de que aquel pequeño retoño —como corresponde a tan noble cepa— ha fructificado en realidades, revelándonos que aquellas ilusiones no eran el producto de trasnochado romanticismo, ni —como alguien nos auguró— un intento de efímera vida, por lo que podemos parafrasear al genial Cervantes, cuando decía "ladran Sancho, señal que cabalgamos". Veamos si no.
Apartados de los perimidos conflictos dinásticos, nos hemos dedicado a algo más concreto, más trascendente, como lo es el estudio y la difusión del ideal tradicionalista a través de sus grandes pensadores, como lo fueron Jaime Balmes, Juan Vázquez de Mella, Ramiro de Maeztu, Alvaro D’Ors, Francisco Elías de Tejada, y lo son en la actualidad, Rafael Gambra, Miguel Ayuso, nuestro Rubén Calderón Bouchet, o Álvaro Pacheco Seré en la República Oriental del Uruguay, para nombrar solo algunos, con el riesgo que ello implica.
Fruto de estos esfuerzos son los ocho números éditos de nuestra publicación, nutrida con el invalorable aporte intelectual del muy ilustre y querido amigo José María de Domingo-Arnau y Rovira, de los ya nombrados Gambra, Calderón Bouchet y Pacheco Seré, a los que se suman Ricardo Fraga, Luis María De Ruschi y Víctor Eduardo Ordóñez, cuyos aportes tienen difusión en Chile, Perú, Uruguay y, como a ustedes les consta, también en el Reino de España. Aprovechando los medios más modernos, también hemos ingresado a la red de Internet, con lo cual estamos difundiendo a nivel mundial el contenido de todas nuestras publicaciones.
Lo hacemos convencidos de que las consecuencias del moderno imperio del hedonismo como único fin de la existencia, la corrupción como medio de vida, las ideas "light" como exponentes de la intelectualidad moderna, la desacralización de la Iglesia, el ecumenismo progresista como catolicismo globalizado, los absurdos arrepentimientos como acto de grandeza de enanos mentales, el liberalismo en sus dos versiones: atea o católica, nos están demostrando que nuestros principios no han perdido vigencia —como algunos suponen— antes bien, toman renovada actualidad como remedio a tantas calamidades.
Estimados amigos: en nombre de los integrantes de la Hermandad Tradicionalista Carlos VII, y en el mío propio, les traigo el más afectuoso saludo de esta Delegación Nacional de la Hermandad Monárquica del Maestrazgo en la República Argentina.
Muchas gracias.
Bernardo Lozier Almazán dirigiendo su mensaje, acompañado (de izquierda a derecha) por el Teniente General Martínez Teixidó, su Excelencia la Condesa de las Almunias; doña Carmen Lovelle Alén; don Pablo Ruiz-Mateos y Rivero y don Ramón Forcadell y Prats, presidente de la Hermandad Monárquica del Maestrazgo.
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